Las heridas de poda suponen un punto de entrada para los hongos que causan las enfermedades de la madera, mientras que los restos de la poda y las vides sintomáticas son una fuente de inóculo fúngico. La implementación de estrategias de control preventivo se debe hacer poco después del establecimiento del viñedo pero los viticultores suelen comenzar las estrategias de control sólo cuando los síntomas de las enfermedades del tronco aparecen en las hojas.